¡Puedes enfocar tu mirada en las excusas que te detienen o en los resultados que deseas obtener!
Puedes sentirte cansada, más no derrotada.
Puedes decidir descansar pero sólo para luego continuar.
Puedes decir lo que sientes, sin miedo a que te juzguen o te señalen.
Puedes mostrarte vulnerable, triste o abatida. Tranquila, significa que estás viva.
Puedes llorar, admitir qué te han herido, admitir que has sufrido.
Puedes tomarte un tiempo a solas. Desconectarte del mundo.
Puedes contemplar el silencio y disfrutar del momento.
También puedes sufrir porque te rompieron el corazón…
Pero lo que no puedes es estancarte. Sumergirte en la tristeza.
Encontrarás miles de excusas, dónde antes habían motivaciones para auto sabotearte. Te preguntarás ¿Para qué? y ¿Por qué?.
Sentirás que el mundo se te viene encima. Pero algún día, si así lo decides, sabrás que lo tienes a tus pies! Dispuesto a que lo conquistes! Dispuesto a que tomes las riendas de tus sueños camuflados en aquel mundo que un día pensabas estaba en tu contra.
Ese día te levantarás. Recordarás que alguna vez te rompieron el corazón en mil pedazos. Te mirarás al espejo y con certeza te dirás.
¡Te rompieron el corazón, hermosa, pero no la piernas! Y agitarás el paso, un paso firme, tan firme como tu convicción.
Texto original: Stefanie Nieto
Derechos de autor.